- Área: 85 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Cristhian Guerrero, Natura Futura
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Lo tradicional como estrategia y el lugar como recurso
Ubicada en la ciudad de Babahoyo, Provincia de los Ríos, Ecuador, la Casa para alguien como yo, se construye en un joven barrio altamente vulnerable en problemas de inseguridad, con un crecimiento poblacional en aumento, nuevas construcciones e individualidad vecinal.
Vero, la dueña, una joven emprendedora y madre de dos hijos, maneja su negocio propio, en el centro de la ciudad, vende frutas y verduras. Nos planteamos una vivienda que favorezca el mejor uso posible de su terreno de 7×20 m, la propuesta dentro del territorio mínimo es de 2 habitaciones (una con baño), un ambiente integrador que consta de un comedor, sala, cocina, baño general compartido y patio de servicio.
Ecuador tiene una población total de14´483.499 habitantes, (INEC), aproximadamente 40% personas ocupadas laboralmente reciben alrededor de 1 y 3 salarios mínimos. Por su capacidad de pago los trabajadores tienen acceso a la vivienda que oscila entre 20,000 a 30,0000 dólares. Dentro del marco económico en el país actualmente existe el bono vivienda urbana social, con crédito al constructor y crédito al beneficiario de hasta $30.000, dentro de este margen se propone definir una respuesta de vivienda, con capacidad de ampliarse a futuro y convertirse en negocio propio, partiendo de un proceso participativo y generador de impactos positivos, a través de diferentes estrategias como la aplicación de principios de diseño sostenible, uso de materiales naturales y locales de baja energía incorporada y la participación de la mano de obra local.
Su materialidad constructiva experimenta tipologías básicas de envolventes, utilizando la composición como herramienta de exploración. Se construye con mampostería de bloque de concreto con traslape, ladrillos crudos en su totalidad, puertas y ventanas de arquetipos tradicionales en madera y metal, aleros grandes como respuesta al clima tropical de la región.
Para favorecer el dialogo con el exterior, las puertas de la sala se pliegan en su totalidad, transformándose en un espacio de conexión y convergencia de actividades. La composición del cerramiento busca crear, a través de relaciones de apertura y visuales, potenciar el sentido de pertenencia, seguridad adquirida, relaciones de comunidad, situaciones de proximidad, confianza y cuidado que se generan a nivel barrial y que incentivan las relaciones vecinales.
Una arquitectura, que incita al juego y la reflexión en la manera de cómo nos cuestionamos la posibilidad de tener una solución de ciudad más cercana a la realidad.